Arte Trascendental
Cuando definimos una forma de Arte TrascendentalArte trascendental en 12 puntos
● En el AT la acción artística es un momento de contacto con lo sagrado y la profundidad
● En el AT crecer artísticamente quiere decir elevarse espiritualmente
● En el AT se apunta a trabajar con los niveles altos de conciencia
● En el AT el objetivo estético corresponde al objetivo espiritual
● En el AT la obra de arte es sobre todo un fenómeno energético
● En el AT la persona que percibe tiene la misma importancia que el artista
● En el AT se derrumba el muro entre el paisaje externo e interno, restableciendo el contacto entre lo que se hace y lo que se experimenta en hacerlo
● En el AT el artista no es un genio individual sino una figura chamanística: un medio entre otras realidades y la nuestra
● En el AT el arte tiene que cumplir la función social de elevar las conciencias
● En el AT se experimentan y se estudian estados alterados de conciencia sin uso de drogas o sustancias
● En el AT no existe división entre la vida cotidiana y la práctica artística: el arte no es una fuga del mundo sino un instrumento más para conocerlo y completarse con éste
● El AT es un recorrido de unidad interior dónde se rechaza la sutil violencia psicológica de la que estamos recubiertos, para poder así, localizar nuevos modelos estéticos que, al mismo tiempo, sean nuevo modelos psíquicos, éticos y emotivos
estamos dándole un valor en relación a la función que cumple en cada tipo de creación artística, sin distinción de forma o medios. Arte Trascendental puede ser, como en el siguiente caso, la pintura, la escultura y el dibujo, pero también la poesía, la danza, el cine, el vídeo, la instalación, la fotografía, el comic, la ilustración y todas las formas conocidas y otras aún por inventar, desde el momento en que -a través de ellas- el ser humano transciende su condición de finitud material para manifestar su dimensión inmortal.
Lo que transciende es la intencionalidad del artista, que pasa de individual a universal, y como tal, transciende el tiempo y el espacio, dimensiones completamente terrenales y ligadas a la permanencia en el cuerpo de la conciencia biológica. Esta dimensión inmortal de la propia energía vital es escencialmente una experiencia y no se puede obtener de una manera lógica-racional sino que por la unión de todas las esferas vitales, es decir, uniendo el sentimiento, el pensamiento y la acción para superar el miedo a la muerte, entendida como el fin último, como sentido en el que se la existencia se transforma en algo inútil .
Aunque no haya sido formulado de esta manera, o sea como reconocimiento racional del miedo a la muerte, el impulso trascendental ha movido al ser humano en una dirección que tiende hacia la inmortalidad. Esta dimensión ha sido desde sempre considerada sagrada, porque las cualidades atribuidas de manera permanente a Dios o a los dioses, funcionan como modelos alegóricos de una realidad humana con una profunda verdad psicológica. Entonces, no se discute el hecho que pueda existir en si misma una divinidad inmortal externa a nosotros, pero indudablemente ella existe, ha existido y siempre existirá como tendencia de la voluntad humana hacia la transcendencia. Es por esto que definimos el arte trascendental en base a su realidad interior, psíquica y existencial y no a su exterioridad, ya que en esa interioridad reconocemos el motor de una intención de transcendencia.
Este elemento cualitativo de la voluntad humana, denominado Intencionalidad Trascendental, determina una sustancial diferencia en las conductas y en el sentido de la vida, así como en la creación artística. Independientemente de que venga formulada en estos términos, esta conducta establece una relación con lo que es considerado inmanente, mortal, terminado, provisiorio o material ubicándolo en un lugar secundario con respecto a la transcendencia. Estamos afirmando que para aquél que está movido por la intencionalidad trascendental, la dimensión inmanente es vista cómo un medio y no como un objetivo y la muerte como un pasaje a otro estado y no como el término de la existencia misma. Esta actitud frente a la vida, a la naturaleza, a todos los fenómenos, define consecuentemente una visión "sagrada" de la creación y un profundo respeto de todas las cosas vivientes y no vivientes, porque ellas son el medio por el cual se expresa la vida y a través del cual transciende. Por ejemplo, nunca se ha visto, un trabajador que arruine o desprecie sus instrumentos de trabajo porque los considera "sagrados" ya que son sus medios de subsitencia. Al mismo modo, para los artistas trascendentales, el arte es algo sagrado con lo cual superar la muerte y no para acumular dinero o prestigio personal porque saben, o advierten, que la dimensión terrenal y material no dura.
Entonces, las obras de arte también pueden ser una manifestación de esta dimensión con diferentes grados de transcendencia. Alguien podría decir que el arte es transcendente o no, pero no está claro cuál es el límite porque también existen las intenciones y la esperanza de transcender, que deben ser tomadas en cuenta como actos que nos acercan a la meta. Hablamos entonces de intentos, que como tales, contienen el germen de la transcendencia, lo tienen en potencia, y por lo tanto deben ser interpretados diversamente de las obras de arte en las que no se reflejan ni la intención, ni tampoco la sospecha de la transcendencia.
Por lo tanto, podemos establecer que existe una serie de creaciones no trascendentales que no están movidas por una intención trascendental sino por una intención immediatista y pragmática. Hemos definido esta dirección creativa como Arte ImmanenzialArte Immanenzial en 12 puntos
● En el AI la acción artística corresponde a una fuga del mundo y a una catarsis personal
● En el AI no es tomado en consideración el crecimiento espiritual
● En el AI todo es arte, basta solo que quién lo decide esté convencido de ello
● En el AI lo que es importante no es la obra en si, sino las creencias que se representan en ella
● En el AI la idea es más importante que la obra misma
● En el AI el objetivo estético corresponde al objetivo económico, ideológico, visual, conceptual, propagandístico, autoconmemorativo, etc. pero nunca, o sólo parcialmente, al objetivo espiritual
● En el AI la persona que percibe es pasiva, es el artista a hacer la obra de arte
● En el AI el artista es un genio, a menudo incomprendido, y raramente bien pagado
● En el AI el aparato de promoción (galería) organizador, museo, crítico, etcétera, es mucho más importante que la obra misma
● En el AI la sociedad se convierte en público
● En el AI no hay una sensibilidad noviolenta, y prevale la ética de la conveniencia
● En el AI no hay alguna intención de superar la muerte a nivel interior, sino que la transcendencia es sólo un hecho de permanencia en los recuerdos: hacerse famosos
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El arte Inmanencial está constituido por obras que nos aparecen como el triunfo de la inmanencia, de la voluntad de permanencia, de la posesión, del apego, y que son la expresión de la victoria del sinsentido de la muerte sobre el sentido de la vida. Entonces, entre el arte trascendental y el arte inmanente podemos encontrar un matiz de valores que nos llevan a entender que el arte trascendental no es un objeto para alcanzar como la felicidad, no es un fin sino un medio, una fuerza o tensión vital que orienta al artista y al ser humano que desean tener una experiencia profunda que les permita suavizar el miedo a la muerte: y esto es posible sólo con la certeza de la inmortalidad de su intencionalidad. El artista trascendental usa el arte como medio preferido para acceder a esta experiencia, y esta certeza, pero debemos decir que los medios para alcanzarla también pueden ser otros: la meditación mental o física como yoga o thai-chi, o la búsqueda filosófica científica o espiritual.