La espiritualidad en el arte

>>>Seminarios de observación y estudio del arte

 

Conferencia

Han pasado aproximadamente unos 100 años desde la publicación del heermos libro de Kandinsky sobre la espiritualidad en el arte y sus previsiones se han revelado proféticas: la investigación sobre los aspectos espirituales del arte se ha detenido en el siglo XX. 
La espiritualidad -durante siglos legado de las grandes religiones- se está liberando de las normas y de los dogmas y se vuelve cada vez más una experiencia íntima y personal de búsqueda de un sentido más profundo de la vida. 
En el arte, esto se expresa no tanto en los sujetos sino en la particular apertura del artista que capta en el mundo el misterio de la vida, su inmensidad y su complejidad global. 
En esta conferencia se ilustrará nuestro particular punto de vista sobre el renacimiento de una Nueva Espiritualidad unido estrechamente a la ética de la no violencia. 
 

Seminario

En el seminario se observarán los elementos peculiares de la pintura espiritual, distinguiéndola de aquella materialista. Después de una definición de espiritualidad se practicarán técnicas para encontrar en ella los significados ya sea en el gesto, en el color, en las formas y sobre todo en la modalidad vibratoria de este acercamiento creativo. 
Se pintarán objetos tratando de coger en éste el alma, gracias a un trabajo de predisposición poética. 
 
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Argumentos del seminario

• Representación y acontecimiento visionario 
• El cuerpo como expresión del espíritu 
• Estados alterados de conciencia 
• El rostro y la máscara del mundo 
• Vibración y armonía 
• El toque pictórico


A quién se dirige

A pintores y a dibujantes, estudiantes de escuelas de arte que sepan dibujar y pintar. 
Participación máxima: 15 personas.

 

Duración

El seminario tiene una duración total de un fin de semana con 16 horas de taller.
 

Costes

El seminario tiene un coste de 200 euros más la comida y el alojamiento.

 


Extracto de la conferencia

La espiritualidad en el arte

 

Generalmente el arte está asociado con la espiritualidad sólo por la relación representativa de imágenes sagradas, omitiendo el hecho que no es sólo una espiritualidad religiosa sino también una espiritualidad laica, que por lo tanto no se refiere a ningún culto o a práctica religiosa. Notamos, en efecto, que son pocos los estudios que hablan del arte y de la espiritualidad del punto de vista del arte y no de la espiritualidad. 
 
Desde siempre la espiritualidad de los pueblos se ha expresado con imágenes pictóricas y escultóreas que han formalizado los conceptos abstractos de un culto o de un sentimiento místico, concretándolos principalmente en imágenes de tipo alegórico y también simbólico, este último aspecto ha sido principalmente representado por la arquitectura más que por la pintura. 
 
Generalmente estas representaciones no son expresión de una conexión directa del artista con el fenómeno espiritual, sino que son expresión del encargo sacerdotal o nobiliario que podía permitirse de pagar los artesanos y los artistas para realizar un concepto religioso más que un sentimiento espiritual. Más o menos como hoy hace la industria publicitaria, ellos difundieron la "cosa" religiosa como un hecho externo, dogmático, de poder no sin recurrir a la falsedad, a la alteración, a la manipulación, instrumentos propios de la Propaganda. Un ejemplo de ello son todas las obras encargadas por los ricos señores para cautivar las autoridades eclesiásticas y para magnificar la misma estirpe. 
 
Ciertamente no todas las obras religiosas son de tipo divulgativo y propagandístico y hay muchos ejemplos de sincera expresión del sentimiento espiritual como fuente de inspiración artística. Éste es el caso de las obras de muchos artistas El Greco, Miguel Ángel o Pontormo que han expresado sin retórica el sentimiento espiritual cristiano. Estas obras en efecto se distinguen notablemente de aquellas propagandísticas porque en ellas se advierte no tanto la representación de un creo oficial, u ostentación de poder y riqueza, sino más bien que ellas mismas se convierten en una manifestación espiritual, sin recurrir a ningún estereotipo iconográfico. 
 
También hay innumerables artistas que han alcanzado altos niveles de espiritualidad sin que sus obras tuvieran sujetos sagrados o religiosos. Sus obras representan una insustituible referencia para nuestro estudio.

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